La edificación continua y horizontal de la ciudad surge como representación del modelo neoclásico, obra canónica desde el paradigma académico. Las primeras autorías y referentes que cimentan el desarrollo de la arquitectura nacional desde el siglo XIX hasta principios del siglo XX, son enmarcados en la transición desde la influencia historicista ecléctica hasta el Art Nouveau, dando paso al origen del habitar moderno en Chile.