Tras el terremoto de 1906, el gobierno busca soluciones habitacionales para enfrentar el problema de la gran cantidad de viviendas que resultaron destruidas. Por otra parte, la Ley sobre Habitaciones Obreras de 1906 permitió «canalizar diversos incentivos destinados a la construcción de viviendas para las clases más necesitadas, mediante beneficios tales como la exención de impuestos, la gratuidad en el consumo de agua, y las garantías a las sociedades constructoras, todas medidas que dinamizan la actividad de los privados, generándose negocios de venta o arriendo de edificios habitacionales”.
Bajo este contexto se construye en 1912 el conjunto Favero, proyectado por el arquitecto y financista italiano Giocondo Favero y edificado en terrenos de propiedad de Mauricio Schiavetti, comerciante italiano que levantó viviendas para trabajadores, obreros y pequeños comerciantes de Valparaíso. El edificio fue proyectado para el arriendo de departamentos para familias de clase media y clase trabajadora, que se desempeñan en actividades productivas y comerciales en la ciudad y el puerto y no poseen recursos o capacidad para su adquisición.
El Colectivo Habitacional Favero se emplaza a los pies del Cerro Florida en el sector del Almendral de Valparaíso. Este conjunto es ícono del estilo de vida colectiva de las poblaciones asalariadas, debido a su cercanía a los lugares de trabajo.
El conjunto se adecúa a la topografía de Valparaíso, mediante dos grandes volúmenes, uno de fachada continua a nivel de Calles Lastra y Buenos Aires, y otro que se desplaza a modos de terrazas por el Cerro Florida. El conjunto es recorrido y atravesado por pasillos y escaleras con aberturas hacia el exterior y patios de luz que dotan de luz indirecta a la mayoría de los departamentos.
Su emplazamiento en el terreno genera un importante nexo entre el cerro y la ciudad. Además, su ubicación en el punto de encuentro de dos calles importantes (Buenos Aires y Lastra) le ha permitido incorporar toda el área del sector al conjunto, generando una fácil y rápida conectividad con la locomoción colectiva y servicios.
A un costado del edificio, por calle Lastra se ubicó el ascensor Florida, que fue declarado Monumento Nacional de Chile en 1998, en la categoría de Monumento Histórico y sin embargo se encuentra hoy abandonado.
Durante las siguientes décadas a la inauguración del edificio su ocupación se fue densificando llegando a situaciones de hacinamiento, además de dificultades en el mantenimiento de las áreas comunes por falta de recursos y de un reglamento respecto a los recintos de uso común. A fines del la década del 40, los departamentos son transferidos a los ocupantes de aquellos años, “sin embargo, al no estar aún acogidos a la Ley de Copropiedad Inmobiliaria, durante las siguientes décadas persisten problemas de convivencia observados en el uso y administración del inmueble, especialmente en lo que se refiere a sus espacios comunes.”
Actualmente los departamentos son habitados por sus propietarios principalmente de la tercera edad que habitan los primeros pisos, y arrendatarios en su mayoría estudiantes que habitan los últimos niveles. Existe además una biblioteca de fotografía en uno de los departamentos que fue adquirido y remodelado primero como departamento para una familia joven. Actualmente funciona solo como lugar de trabajo y biblioteca que recibe visitas de estudiantes, fotógrafos y artistas durante todo el año.
El inmueble fue declarado Inmueble de Conservación Histórica en cuya ficha declaratoria se señala, respecto al valor urbano del edificio, que se trata de un “conjunto emplazado en las laderas oriente del cerro Florida y poniente del cerro Mariposa, entorno a la calle Buenos Aires, donde conforma una espacialidad que destaca y valoriza la imagen urbana del sector.” Respecto a su valor arquitectónico, el mismo documento señala que el edificio es “representativo de una tipología de vivienda colectiva implantada en ladera de cerro, desarrollada en torno a un pasaje. Se inscribe dentro de la corriente historicista de comienzos de siglo XX, destacándose por su gran calidad estética y arquitectónica.” Y respecto a su valor histórico la ficha señala que el conjunto “da cuenta de las primeras construcciones de vivienda colectiva de carácter social”.